Acuéstate con tíos. Lie down with dogs.
Tema gay. Comedia, Romance. EEUU. 1995. 86 min. Director: Wally White. Intérpretes: Wally White, Randy Becker, Darren Dryden, Bash Halow, James Sexton.
Tommie (Wally White) es un gay de Nueva York que está harto de la ciudad. No tiene un trabajo estable y sobrevive a base de dar panfletos por la calle. Un día se encuentra a su amigo Joe, el cual le pone los dientes largos al decirle que se va de vacaciones a Provincetown, en Massachusetts, una pequeña ciudad costera del norte de Estados Unidos a la que van a veranear miles de gays. Es tanta la envidia que le da, que decide ir allí a pasar el verano.
Gracias a unos amigos, que le llevan en coche, Tommie consigue llegar al pueblo. Y lo primero que hace es buscar alojamiento. Aunque inicialmente encuentra sitio en una de las numerosas casas de huéspedes, al final se queda en casa de un tipo medio colgado, al que le encanta fumar marihuana y pasearse desnudo… (aunque es hetero), pero al menos tendrá habitación propia.
Luego busca trabajo. En Provincetown sólo hay sitio para sirvientes del hogar, así que en la oficina de empleo del pueblo le dan una lista con todas las casas que buscan a alguien. Lo curioso es que cuanto más sexy parezca, más posibilidades de encontrar trabajo tiene, teniendo en cuenta que un buen porcentaje de la población es gay. Después de patearse medio pueblo, y de visitar algún que otro sitio donde le ofrecían trabajo con oscuras intenciones, en vez de sirviente, consigue trabajar como cocinero en un cutre restaurante.
Y así como quien no quiere la cosa, Tommie de repente se enamora de Tom (Randy Becker), un guapo brasileño al que conoce en la playa. Tom es sexualmente muy activo, en el sentido de que se pasan todo el día haciéndolo, en las diferentes habitaciones de la casa donde vive Tommie, aunque lo que más le excita es hacerlo mientras se fríen unas hamburguesas en la cocina… Todo parece ir genial, aunque poco a poco la pasión se irá acabando, como el verano que llegará a su fin.
Esta película es muy divertida, sobre todo porque el director-actor Wally White está continuamente dirigiéndose a los espectadores, para explicar lo que le sucede en la historia.