Martin (Alexis Loret) es un joven enigmático, que ha vivido siempre con su madre (Carmen Maura), y que a la edad de diez años es enviado con su padre, del que es hijo ilegítimo. Allí vivirá la rigidez y mano dura de su progenitor, que le creará un ambiente de asfixia del que pronto intentará escapar.

Cuando ya es mayor de edad, de repente huye de la casa. Téchiné emplea una serie de saltos en la historia, que se irán encajando como piezas de un puzzle a medida que evoluciona la trama. Martin se esconde en el campo, donde vive como un salvaje, robando comida de donde puede y durmiendo en una vieja caseta de una estación de esquí que está cerrada porque no es temporada. Al final es detenido por robar. Su madrastra paga la fianza y sale de la comisaría, aunque se va a casa de su hermanastro Benjamin (Mathieu Amalric) en París.

Benjamin es un actor gay, que comparte piso con su amiga Alice (Juliette Binoche), una violinista que sobrevive a base de tocar con una orquesta de tango y dar clase a niños. Martin es acogido en el pequeño apartamento. Alice y Benjamin le preguntan el porqué de su huida, pero Martin prefiere callar. ¿Qué hay en su pasado de lo que no hace más que intentar escapar?